En ella, el artista sostiene que jamás un árbol tiene su copa igual a sus raíz, comparando el tronco con la imagen del artista, quien toma la savia del suelo ramificado y lo convierte en otra cosa.
De la misma manera, pensamos en el recibimiento de una nueva etapa para nuestros alumnos, quienes a partir de sus raíces, comenzarán a dibujar sus frondosos sueños.
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